Mi invitado de honor se ha ido



Imagina que cada día recibes a un invitado de honor a tu casa. Limpias tu casa, la adornas, la preparas para que quede todo muy lindo y creas un ambiente de amor y harmonía, de ligereza de paz en tu casa. Buscas recetas de comida deliciosa. Compras en el mercado los ingredientes más frescos y orgánicos para crear una combinación perfecta. Estas emocionad@ amas recibir la vistita de tu invitad@ de honor.  Cuidas cada detalle, la temperatura de los cuartos, el aspecto físico, cuidas la preparación perfecta y el tiempo perfecto de la comida que servirás. Ya tienes los platos que vas a usar limpios y seleccionados, así mismo seleccionas los manteles que usaras, vasos, etc.
Comienzas a preparar los alimentos, todo sale tal cual lo planeabas… la comida quedó lista justo a tiempo. En la casa huele delicioso. Todo se ve acogedor y limpio y te das cuenta que tu invitad@ especial no llega.  No sientes ansia, ni tristeza, ni coraje, simplemente notas la ausencia. No está tu invitad@ de honor. Sigues con tu vida… tomas tus alimentos, recoges la cocina, etc.  Pero notas la falta de tu invitado.





A la siguiente ocasión te preparas para recibir a tu invitad@. Amas su presencia. Es el mejor sentimiento del mundo. Hay algo especial en tu invitad@. La vida parece mejor. Todo marcha bien. En su presencia la vida tiene sentido.
Se disponen a hacer un viaje al lugar que siempre has querido ir. Al lugar de tus sueños. Tantas veces habías fantaseado con ir a este lugar. Por fin se hará realidad. Viajarán a este lugar juntos. Lo que siempre habías soñado.  Disfrutarás cada momento. Desde la salida de casa, el transporte, ya sea en avión o tren o coche. Llegar al lugar y respirar el aire diferente de dónde vives.  Serás la persona más feliz del mundo… estarás en el lugar de tus sueños con tu invitad@ especial.  

Pero llega el día y tu invitad@ especial no.  Llega la hora de partir y tomas tu transporte. Comienzas el viaje, pero notas su ausencia. No está. No está contigo… vives el viaje como un fantasma. Haces las mismas cosas que habías soñado. Visitas los lugares que habías planeado visitar. Tomas las fotos que habías soñado tomar. Pero no es lo mismo sin tu invitad@ de honor. Todo es diferente en su ausencia. La vida parece más lenta, más opaca, sin sabor.

No estas enojad@, ni triste con tu invitad@. Eres neutral. Pero la ausencia es inminente. No puedes dejar de notarlo.
Al paso del tiempo cada vez más tienes episodios de este tipo. Donde tu invitad@ de honor no llega y cada vez más te das cuenta de que su ausencia crece. Al principio su ausencia era esporádica, pero con el paso del tiempo se ha hecho cada vez más ausente.  
Te comienzas a preocupar un poquito. No sabes que hacer o cómo reaccionar. No sabes cómo evitar las ausencias. Tampoco sabes cuándo van a suceder. Cada vez tu invitad@ especial esta mas ausente.


Recuerdas como era cuando tu invitad@ especial se la pasaba contigo todo el tiempo.  Pero ahora no es así. Nadie habla de esto. No sabes si a otras personas les ha pasado o no.  Estas segure@ que le ha de pasar a otras personas… pero no sabes nada al respecto. No sabes que es lo que se debe hacer en situaciones como esta. Y simplemente sigues con tu camino. Sigues como puedes.  La ausencia cala más hondo cada vez. Es más notorio. Ahora si experimentas sentimientos de tristeza, a veces coraje, otras; desesperación. Pero como forzar a tu invitad@ especial a que se aparezca?


El invitad@ de honor eres tu mism@.  Tu invitad@ de honor es la alegría de la vida. Disfrutando de la vida y esta es la mejor explicación que le puedo dar a alguien más de cómo se siente la depresión. Como poco a poco se va apoderando. Creciendo. No es una decisión propia. La alegría de la vida simplemente no se presenta. Y hay mucha desinformación. Es difícil saber qué hacer y a donde acudir. Saber si existe ayuda y dónde la hay.

Me gustaría tomar esta oportunidad para pedirle a quien este leyendo este post. Que mande energía positiva al universo. Que sea paciente con las demás personas. No sabemos por lo que los demás estén pasando. No sabemos cuándo alguien necesita una sonrisa. O simplemente mirar a los ojos a otros seres humanos.


Te mando una cascada de bendiciones a ti que estás leyendo este post.






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